Nuestra

Visión

Ser una casa de adoración donde la presencia de Dios transforme vidas, una comunidad apasionada por Jesucristo que impacta a las familias, la ciudad y las naciones con el amor, la verdad y el poder del Evangelio.

Misión

Proclamar el mensaje de salvación en Jesucristo, guiando a las personas a una relación íntima con Dios a través de la adoración, la enseñanza bíblica, la oración y el servicio, formando discípulos comprometidos que vivan conforme al propósito de Dios.

Nosotros

En Casa de Adoración Maranatha, somos una comunidad cristiana apasionada por la presencia de Dios y comprometida con llevar Su amor a cada persona. Creemos que la adoración transforma, la Palabra de Dios edifica, y la oración abre los cielos.

Nuestro deseo es ser una familia espiritual donde cada persona encuentre propósito, esperanza y restauración en Cristo. Nos reunimos para exaltar el nombre de Jesús, crecer en la fe y servir a nuestra comunidad con compasión y excelencia.

Maranatha es

Maranatha significa “El Señor viene”, y vivimos con la expectativa de Su regreso, sirviendo con gozo y fidelidad mientras tanto.

¡Te damos la bienvenida a ser parte de lo que Dios está haciendo en este lugar!

Siempre

La Unidad

Como iglesia de Jesucristo, nos unimos en un mismo espíritu, una misma fe y un mismo propósito.

Somos un solo cuerpo, llamados a amarnos, apoyarnos y edificarnos mutuamente.

Rechazamos la división, el egoísmo y la indiferencia, y abrazamos la gracia, la humildad y el perdón.

Cristo es nuestro centro, Su Palabra nuestra guía, y Su amor nuestro vínculo perfecto.

Caminamos juntos, fortalecidos por el Espíritu Santo, para cumplir el propósito de Dios en nuestra generación.

Somos uno en Cristo.

Varones

En Casa de Adoración Maranatha, el Ministerio de Hombres existe para formar varones conforme al corazón de Dios: líderes en su hogar, comprometidos con la iglesia, y firmes en la fe.

Impactando

Nos reunimos para crecer juntos en la Palabra, apoyarnos en oración, y desafiarnos a vivir con integridad, valentía y responsabilidad en cada área de nuestras vidas.

Creemos que un hombre transformado por Cristo impacta su familia, su comunidad y su generación.

¡Juntos edificamos hombres fuertes en Dios, para tiempos como estos!